13/2/14

Obra y milagros de un bala perdida

Poster Dallas Buyers Club

Dir.: Jean-Marc Vallée
Int.: Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner, Steve Zahn, Dallas Roberts, Griffin Dunne, Denis O’Hare, Bradford Cox
¿De qué va?: Ron Woodroof es un electricista y cowboy de rodeo de Texas que en 1985 es diagnosticado como seropositivo y se le dan 30 días de vida. Reacio a aceptar esa sentencia de muerte, Ron se introduce en el mundo de los fármacos clandestinos y acaba convirtiéndose en el mayor promotor de un tratamiento no aprobado legalmente que no solo le alivia de la enfermedad sino que le prolonga su vida.

Reseña: Siempre ha existido una tendencia en los biopics de santificar tanto a las figuras célebres como a las anónimas en las que se centran. Películas como Ray pasan de puntillas por los aspectos más oscuros de su figura central, mientras que otras como la reciente Fruitvale Station (pendiente de estreno en España) exageran sus bondades para realzar su estatus de víctima, hasta el punto en el que resulta más que evidente la artificialidad del guión. Por eso, y a pesar de su condición de “vehículo para el lucimiento de actores”, Dallas Buyers Club destaca por encima del resto de sus congéneres, porque presenta a su homenajeado tal y como es: un cabrón homófobo, exaltado y sin escrúpulos.

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En cierta manera, Dallas Buyers Club tiene mucho que ver con Erin Brokovovich: ambas son biopics que reproducen la lucha de una persona normal y corriente contra el sistema y una gran corporación. Ambos personajes son impetuosos, malhablados y algo catetos, pero también son capaces de construirse a sí mismos para luchar por una buena causa. Evolucionan, pero manteniendo intacto el carácter y la personalidad que los hace únicos. Si en la película de Steven Sodelbergh los malos eran una compañía eléctrica, aquí lo son el sistema sanitario y las empresas farmacéuticas con los tejemanejes que se traen para ganar dinero a costa del sufrimiento de los enfermos. La crítica es dura pero deja espacio para que cada uno se forme su propia opinión sobre hasta qué punto es moral arriesgar las vidas de los afectados para hacer que la medicina avance y llenar las arcas de las grandes corporaciones. Además, la alternativa que ofrece Woodroof tampoco está libre de reparos…

Dallas Buyers Club

Pero más allá de las acusaciones y el desolador retrato de los primeros estragos que causó el VIH, la película se eleva gracias a dos huracanes en forma de las grandes interpretaciones de Matthew McConaughey y Jared Leto. Sus personajes llevan la impronta de Oscar desde el papel, pero eso no quita que ambos hayan puesto toda la poca carne que tenían durante el rodaje en el asador. McConaughey borda el temperamental y agrio carácter de Woodroof, y gracias a su soltura y fuerte presencia llegamos a simpatizar con él y consigue desaparecer en el personaje al igual que lo hace Leto, que está sencillamente brutal como el transexual Rayon, tan carismático como vulnerable. La alianza e improbable amistad que se forma entre ambos personajes resulta el pilar fundamental de todo el filme. No hay que olvidarse de la labor de Jennifer Garner, quien a pesar de tener un rol con el que no puede lucirse al nivel de sus compañeros de reparto, cumple con mucho oficio la parte que le toca.

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Puede que Dallas Buyers Club no goce del mismo calado emocional que la mayoría de sus competidoras en los Oscar, pero es un drama biográfico más que digno gracias a la sobria dirección de Jean-Marc-Vallée, a las inmensas interpretaciones de sus actores, al interés que despierta su historia y a la desmitificación de su figura central, de la misma forma que no resulta manipuladora, edulcorada ni aleccionadora, y únicamente efectista cuando la tensión dramática lo requiere. Más que suficiente para celebrar la vida de Ron Woodroof, aunque nunca acabe convirtiéndose en santo de nuestra devoción.

8/10

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