Dir.: Jaume Balagueró
Int.: Manuela Velasco, Paco Manzanedo, Hector Colomé, Ismael Fritschi, Críspulo Cabezas, María Alfonsa Rosso, Mariano Venancio
¿De qué va?: Ángela Vidal, la única superviviente de la terrible infección propagada en un edificio de viviendas de Barcelona, es evacuada. Para ser examinada, es llevada a un viejo petrolero. Cuando parece que la situación está por fin controlada, vuelve a desatarse el caos y la semilla del mal renace adoptando nuevas y terribles formas.
Reseña: La cuarta y presumiblemente última parte de [REC] se ha estrenado sin el subtítulo de Apocalipsis con el que se promocionaba hasta hace nada. Quizás se lo estén reservando para entregas venideras, o tal vez sus responsables se dieron cuenta de que esta película, de apocalíptica, tiene muy poco, pues está ambientada única y exclusivamente en un buque y los acontecimientos que allí se desarrollan no tienen que ver con el fin del mundo, sino con lo que se espera que ocurra en una peli de zombies/poseídos rutinaria y con escasa imaginación.
Uno de los puntos fuertes de la saga [REC] es que cada entrega resulta diferente al resto. La primera jugaba con el terror puro y la telerrealidad, la segunda entraba de lleno en el terreno fantástico, la tercera rompía con el estilo found footage (metraje encontrado) de las dos anteriores para ofrecer una comedia negra cruel y divertidísima, y ahora esta cuarta parte tira por derroteros de suspense y acción, manteniendo el ambiente claustrofóbico y el gore y añadiendo a la ecuación a una heroína a su pesar rodeada de machos cabríos. ¿Les suena de algo? Pues mejor no pensar en Alien, aunque las referencias sean más que obvias (también a La cosa) porque el filme de Jaume Balagueró saldrá perdiendo, y con dolor. [REC] 4 está exenta del costumbrismo español que compartían las anteriores entregas, y sin eso se reduce a una película de terror del montón, que ni siquiera tiene sustos ni imágenes para el recuerdo (salvo la forma en la que termina el primer ser infectado en el barco) y que encima arrastra los tópicos más sobados del cine hollywoodiense. Algunos nos los intentarán colar como homenajes a la serie B, pero si al menos tuvieran gracia como los de Arrástrame al infierno o los del remake de Posesión infernal hasta me lo podría creer.
Otro aspecto en el que este barco hace aguas es el reparto. Hacía tiempo que no me encontraba con unos actores tan desatinados y sobreactuados. Se pasan la película gritando y recitando frases clásicas del tipo “¡Tenemos que salir aquí!” o “¡No podemos irnos de aquí sin ella!” como si padecieran fuertes dolores estomacales. El protagonista masculino, Paco Manzanedo, se pasa de intenso, es malísimo. Sólo salvaría de la quema a Hector Colomé, por ser el único en saber el significado de la palabra ‘mesura’, a Ismael Fritschi, por ser menos cargante de lo que se espera del personaje de ‘friki a bordo’, y a Manuela Velasco, más que nada por simpatía y por mi debilidad por las ‘scream-queens’, aunque al no tener el margen para la improvisación que se le dio en la primera parte pierde mucho (mucho mejor Leticia Dolera en el filme precedente).
Como conclusión de la saga terrorífica española por excelencia, [REC] 4 es desabrida. Ni resuelve todas las incógnitas abiertas, ni resulta inquietante, ni da la sensación de que sea un punto y final a la franquicia, dada la presencia de un irrisorio plano final que deja la ventana abierta para una hipotética quinta parte. Que hayan espectadores interesados, eso ya es otro cantar, pues esta entrega ha despertado tan poco interés como el que parece que ha tenido Balagueró a la hora de dirigirla, más como un compromiso laboral insalvable que como una oportunidad de hacer algo diferente y personal, tal y como hizo su compi Paco Plaza en [REC] 3: Génesis. Pues nada, pasemos a otra cosa.
4/10
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