O.C: La tumba de las luciérnagas (1988)

¿De qué va?: Durante la la 2ª Guerra Mundial, un bombardeo convierte en un infierno humeante  la ciudad donde habitan Seita y Setsuko, hijos de un oficial de la marina japonesa.  Tras el ataque, los hermanos encuentran a su madre muy malherida en un colegio utilizado como improvisado hospital de urgencia. Tras su muerte y una breve estancia en la casa de sus tíos, los niños deciden vivir por su cuenta.

Reputación: Una de las primeras películas del famoso y laureado Studio Ghibli, dirigida por Isao Takahata, que es junto a Hayao Miyazaki (Ponyo en el acantilado y El viaje de Chihiro entre otras joyitas) el fundador del estudio japonés de animación. La tumba de las luciérnagas está basada en la novela Hotaru no haka que cuenta con tintes autobiográficos de su autor, Akiyuki Nosaka, quien sufrió en su propia familia las devastadoras consecuencias de la 2ª Guerra Mundial. El filme obtuvo críticas excelentes en todo el mundo (aunque tardó 5 años en llegar a Occidente),  demostrando que la animación también podía servir para contar historias serias y adultas. En 2005 y coincidiendo con el 60 aniversario del fin de la 2ª Guerra Mundial se realizó una adaptación en acción real de la película para la televisión; cuatro años después se estrenó otra adaptación con actores de carne y hueso en la gran pantalla.

 
Comentario: Acostumbrados a ver una animación japonesa más fantasiosa y poco sujeta a la realidad, el visionado de La tumba de las luciérnagas puede resultar verdaderamente impactante porque no puede haber nada más real que el dolor y la desolación de dos niños que se han quedado abandonados en medio de una despiadada guerra, precisamente en una nación donde la tragedia se vivió de lleno. Pero aparte de su naturaleza antibelicista el filme contiene una fuerte carga crítica a su propio país mostrando el carácter individualista de la cultura japonesa. Cierto es que la cinta es muy manipuladora, con imágenes bellísimas acompañadas de una partitura que invita a limpiar los conductos lagrimales (la frase ‘¿Por qué las luciérnagas mueren tan rápido?’ se me quedó anclada en la memoria) pero si es por causas como ésta vale la pena que se te encoja el corazón durante unos escasos 90 minutos.

Próximo visionado: Arsénico por compasión (1944)