El amor se mueve por las Islas Canarias

Ayer tuve la oportunidad de asistir a un pase especial de la película El amor se mueve, ópera prima de Mercedes Afonso, que acudió a la proyección junto a parte del reparto y del equipo técnico de su primer largo. Anteriormente había rodado unos cuantos cortometrajes. El trailer de la peli lo pueden ver pinchando aquí.

La película, que no se estrenará a nivel nacional hasta comienzos del próximo año, fue rodada en localizaciones de La Palma, Gran Canaria, Lanzarote y La Graciosa, y con un reparto coral formado por actores como Silvia Abascal, Pablo Centomo, Carlos Quintana o Marta Solaz cuenta siete historias de amor diferentes como siete islas son las que componen el archipiélago canario. Búsquedas, encuentros, amores a primera vista o heridas del alma que tardan en cicatrizar son algunos de los temas que toca la directora con gran sensibilidad.

Una cuidada fotografía, que capta perfectamente los hermosos paisajes canarios, y una dirección de actores mimada al detalle son los principales fuertes de la película que además contiene un mensaje de lo más optimista. Quizás demasiado. Y es que tras finalizar la proyección he tenido la impresión de que la imagen que transmiten sobre el amor es demasiada ingenua. La gente se enamora en dos días, los corazones rotos encuentran rápidamente un nuevo amor, cada persona tiene su media naranja... Todo es tan idílico y previsible que he reducido el quiz de la cuestión a dos opciones: o bien la película peca de demasiado inocente y dulzona, o mis amigos y yo (que coincidimos en opinión sobre la película) somos unos escépticos respecto al amor.

Otro handicap de la película es el que acumula buena parte de los films que cuentan un gran número de historias: unas son más interesantes que otras y algunas no están del todo desarrolladas o no tienen el peso suficiente dentro del cuadro que compone la película. Si tuviera que destacar alguna sería la del inmigrante y la chica de la Cruz Roja que lo socorre, aunque es demasiado obvia.

Por otra parte, pasa algo parecido a lo que se ha comentado sobre la visión de Barcelona que dio Woody Allen en su último film. Mercedes Afonso tiene tantas ansias de mostrar la belleza de las Islas Canarias que su representación de la realidad resultada fragmentada. Si no, cuando vean la película fíjense en cuantas veces dicen la palabra "mágica" en referencia a La Palma. Con esto no quiero decir que lo que sale en la película no es la realidad, pero no todas las casas son patrimonio histórico ni todos los ciudadanos son tan simpáticos y amables.

De todas formas, El amor se mueve es una película muy bonita y reconfortante pero quizás lo sea tanto que acaba siendo poco creíble. Pero una vez más vuelvo a recalcar la belleza de las imágenes (los atardeceres me fliparon) y el trabajo de los actores. Desde Silvia Abascal en una pequeña pero destacada colaboración hasta actores (semi) desconocidos como Carlos Quintana, que sostiene en primer plano una difícil escena dramática. La película tiene algunos fallos de primeriza, pero es lo suficientemente interesante como para seguirle la pista a Mercedes Afonso en lo que haga de ahora en adelante.

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