Dir.: Ruben Östlund
Int.: Johannes Kuhnke, Lisa Loven Kongsli, Vincent Wettergren, Clara Wettergren, Kristofer Hivju, Fanni Metelius, Karin Myrenberg
¿De qué va?: Una familia pasa las vacaciones de invierno en los Alpes. Al segundo día, se produce una avalancha justo al lado del restaurante donde están comiendo, y mientras la madre llama a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, éste ha salido corriendo para salvar su vida. Finalmente, la avalancha se detiene antes de llegar al restaurante, sin ocasionar daños, pero el universo familiar ya se ha resquebrajado.
Reseña: Hace unos años, mi madre me despertó en medio de la noche porque se estaba quemando un coche justo al lado de nuestra casa. Raudo y veloz, me levanté de la cama, y ante mí tenía tres objetos que podía llevarme antes de que mi casa fuera “pasto de las llamas”: mi cartera, mi móvil y mi reloj de pulsera. ¿Adivinan cuál de ellos escogí? Exacto, el reloj. Los bomberos vinieron y todo quedó un susto, pero yo me sentía como en aquel gag de Scary Movie en el que Carmen Electra escoge un plátano en vez de una pistola, un cuchillo o una granada para defenderse del asesino. No podemos estar seguros de cómo reaccionaríamos en situaciones extremas, y en el caso en el que actuásemos de la forma más estúpida o incorrecta posible… ¿sería fruto del instinto de supervivencia intrínseco del ser humano, egoísmo puro y duro o una inofensiva metedura de pata?
Esa es la pregunta que ronda sobre la familia protagonista de Fuerza mayor, después de que el padre haya quedado en evidencia al intentar salvarse de una avalancha mientras su esposa se quedaba a proteger a los hijos que tienen en común. La anécdota en sí misma se convierte en una bola de nieve que se hace más y más grande conforme la incomodidad ante lo sucedido se hace patente en la pareja. La virilidad del padre, esa cualidad tan admirada en la sociedad mundial, es puesta en entredicho ante su mujer e hijos, al tiempo que aquella se empieza a cuestionar por qué está casada con un gañán así, a pesar de que todo había ido bien hasta entonces. Un resort de lujo, en medio de un blanco páramo de los Alpes, es el idílico, aséptico y apropiadísimo escenario de estas vacaciones que utiliza el director sueco Ruben Östlund para diseccionar las fisuras de la clásica y perfecta familia de anuncio, con una capacidad para hurgar en las verdades veladas e incómodas no muy alejadas del ojo crítico de Michael Haneke.
El saber estar y la parquedad propias del norte de Europa otorgan un particular e inesperado cariz cómico a la película, sobre todo cuando un silencio incómodo impera sobre los personajes, y su ritmo es deliberadamente lento y parsimonioso, pero no aburre en absoluto porque resulta muy fácil acomodarse a él y engancharse a la historia, salvo para aquellos que necesitan ser continuamente bombardeados de cosas para mantenerse entretenidos. Tan bien dirigida como interpretada, Fuerza mayor se revela como una ingeniosa y mordaz parábola que nos hace ver que el modelo de familia moderna no se diferencia demasiado al tradicional, y que la concepción de cómo debe ser un hombre y cómo debe ser una mujer es algo que tenemos muy arraigado dentro de nosotros por muy abiertos de mente que nos consideremos y, lo peor de todo, es que nos sentimos más seguros así, cuando todo está tal y como debería ser por tradición, aunque no nos atrevamos a confesarlo en voz alta.
8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario