Amistad, casetes y máquinas de escribir

Dir.: Stephen Chbosky
Int.: Logan Lerman, Emma Watson, Ezra Miller, Mae Whitman, Johnny Simmons, Paul Rudd, Dylan McDermott, Kate Walsh, Melanie Lynskey
¿De qué va?: Charlie, un joven tímido y marginado, escribe una serie de cartas a una persona desconocida relatándole cómo es su primer año en el instituto. Ahí es donde conoce a la bella Sam y al excéntrico Patrick, con los que empezará a comprender lo que es crecer y hacerse adulto.

Reseña: Las ventajas de ser un marginado es un libro más difícil de catalogar de lo que parece. Se lee en un suspiro porque no es muy largo y está escrito de forma muy sencilla, pero a pesar de eso y de su temática no va dirigido a todos los adolescentes, al menos, no a los que tienen Crepúsculo como su libro de cabecera. El que esté ambientado en los años 90, década que los jóvenes de hoy en día poco llegaron a experimentar, y que trate temas como la homosexualidad, el suicidio, el maltrato o las drogas con una naturalidad pasmosa, sin artificios, convierte a la novela en objeto de culto antes que en best-seller, adorado por marginados de ayer y hoy y por adultos que recuerdan con melancolía su etapa en el instituto.

Su autor, Stephen Chbosky, no sólo se ha encargado de escribir su adaptación a la gran pantalla, sino que se ha lanzado también a dirigirla, y la verdad es que no se nota su inexperiencia en la materia. Dirige con solvencia a los actores, no abusa de la voz en off, algo en lo que podría haber incurrido al estar escrita la novela en primera persona, y los diálogos que ha tenido que crear para suplir dicha ausencia están a la altura. La película es, al igual que su referente, un retrato honesto, triste a la vez que optimista, sobre los descubrimientos que hacemos durante el proceso de madurar: la amistad auténtica, el primer amor, las relaciones de pareja, el primer contacto con las drogas, el sexo, la música que nos llena, los desengaños y mucho más.

Todo visto y experimentado a través de la mirada tímida, soñadora e inocente de un fantástico Logan Lerman, quien tras varios trabajos simplemente correctos por fin despunta con este trabajo. Emma Watson da vida a su mejor amiga y amor platónico desbordando encanto y simpatía, al tiempo que se desmarca por completo del encasillamiento que le podría ocasionar la saga Harry Potter. Ezra Miller, en las antípodas de su personaje en Tenemos que hablar sobre Kevin, cierra el trío protagonista con una interpretación roba-escenas, carismático a rabiar y sin caer en la sobreactuación. Chbosky ha hecho un trabajo de casting excelente, no sólo para los papeles principales, que hará las delicias de todos los fans del libro.

Sólo tengo un par de ‘peros’ para la película: la poca importancia que se le da a ciertos personajes secundarios, como es el caso de los padres de Charlie, encarnados por Dylan McDermott y Kate Walsh y de los que nos quedamos con ganas de saber más, y ciertos detalles cambiados respecto a la novela que suavizan el drama que está presente sobre todo en el tercer acto, cuya sorpresa final sigue siendo igual de desconcertante. También es lógico que algunas tramas secundarias del libro hayan sido suprimidas, pero si lo has leído notarás su ausencia.

Con todo, nos encontramos con una de las mejores películas juveniles de la historia (sin exagerar), con un buen balance en los niveles de drama y comedia, unos personajes entrañables que van más allá del estereotipo, una selección musical exquisita y una ambientación noventera que nos hace añorar los tiempos en los que no existían los móviles y nos comunicábamos por el teléfono fijo, utilizábamos máquina de escribir y grabábamos en casetes las canciones que sonaban en la radio, pero sobre todo, los momentos en los que éramos conscientes junto a nuestros amigos de lo mucho que nos quedaba por vivir, sintiéndonos simple y llanamente… infinitos.

8’5/10