Dir.: Ben Affleck
Int.: Ben Affleck, Bryan Cranston, Alan Arkin, John Goodman, Victor Garber, Tate Donovan, Clea DuVall, Kerry Bishé, Chris Messina
¿De qué va?: Cuando, en 1979, la revolución iraní irrumpió en la embajada estadounidense en Teherán y tomó a 52 prisioneros americanos, seis de ellos lograron escapar y se refugiaron en casa del embajador canadiense. Con el fin de organizar un rescate, un especialista de la CIA llamado Tony Mendez urde un arriesgado plan para sacarlos del país de forma segura. Un plan tan increíble qua sólo podría salir bien en una película.
Reseña: De ser proclamado como el peor actor del mundo a suceder a Clint Eastwood, así ha sido la meteórica evolución que ha experimentado Ben Affleck desde que estrenara su ópera prima Adiós, pequeña, adiós, un debut tras las cámaras que dejaba entrever que nos encontrábamos ante una gran promesa de la dirección. Con su tercera película, Affleck deja de ser una promesa para convertirse en un valor seguro, y si se le compara con Eastwood es porque sabe narrar historias modernas con el pulso de los grandes autores del cine clásico.
De entrada, Argo no es especialmente atractiva, pero Affleck lo solventa en los primeros minutos de película, cuando a través de imágenes de archivo y animaciones nos pone en antecedentes sobre el acto de violencia que vamos a presenciar a continuación. La trama que le sigue es la planificación de un gran golpe, al estilo de Ocean’s Eleven (salvando las distancias), pero en vez de ir tras la banca de un casino aquí lo que se pretende es recatar a un grupo de personas de la misma forma, sin utilizar ni una bala y sin derramamiento de sangre. Y el plan no es otro que hacer que un Hollywood en pleno tránsito entre el cine clásico y el moderno sea cómplice de una artimaña tan surrealista que podría funcionar.
Además de dirigir, Affleck también se reserva el papel protagonista, pero en vez de cargar con todo el peso emocional de la película lo reparte entre un amplio reparto de eficacia más que demostrada. De entre todos ellos destaca Alan Arkin porque las líneas de diálogo más ingeniosas e hilarantes del guión están reservadas a su personaje, un astuto productor de Hollywood pasado de vueltas de todo. La singular pareja que forma con John Goodman es tremenda aunque éste quede algo relegado a un segundo plano. Bryan Cranston también está fabuloso y las pequeñas intervenciones de actores como Chris Messina y Kyle Chandler refuerzan el gran nivel interpretativo al que se encuentra el filme.
Argo alcanza un nivel notable en todos sus aspectos: guión, reparto, fotografía, banda sonora, ambientación… y Affleck se desenvuelve muy bien con la cámara, al igual que sabe manejar tanto los tiempos cómicos del filme como los más dramáticos y tensos. El tercer acto es toda una lección de suspense cinematográfico; teniendo en cuenta que ya sabemos de antemano cómo se va a resolver la historia, que nos mantenga en tensión en todo momento es algo verdaderamente encomiable. En definitiva, Argo es tan admirable como thriller de tintes políticos que como sátira sobre el mundo del cine, aunque a fin de cuentas, nos demuestra algo de lo que todos los cinéfilos somos plenamente conscientes: el Séptimo Arte es capaz de salvar nuestras vidas.
8'5/10
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