Si la semana pasada hablábamos de Southland Tales, una de esas películas malditas que jamás verán la luz en España, en esta ocasión toca hablar de otra que tiene todas las papeletas para correr su misma suerte: Fanboys. El filme va sobre un grupo de amigos frikis de Star Wars que deciden emprender un viaje hasta el rancho de George Lucas para robar una copia del Episodio 1: La amenaza fantasma unos meses antes de su estreno. El motivo reside en que uno de ellos está enfermo de cáncer y con toda probabilidad no llegará al día en que se estrene tan esperada película.
Fanboys también recorrió un tumultuoso camino antes de que llegara a estrenarse en salas comerciales: el estreno de la película, rodada desde el 2006, se retrasó en varias ocasiones para que se pudieran rodar tomas adicionales. Al final se filmaron no con el director original, Kyle Newman, sino con Steven Brill (Little Nicky), lo que provocó que se crearan dos montajes del filme diferentes, uno con el cáncer y otro suprimiéndolo. Estos cambios provocaron la ira de los fans, que organizaron varias manifestaciones a través de la red para que se mantuviera el montaje original, algo de lo que nos hicimos eco en el blog hace mucho tiempo, concretamente aquí. Finalmente, se incluyó el tema del cáncer, se aprovecharon algunas de las tomas que se rodaron a posteriori y tras otros muchos retrasos se estrenó en Estados Unidos en Febrero de 2009. Pese a la expectación que había generado entre la comunidad fan las recaudaciones fueron muy pobres: 960,828 dólares obtenidos en todo el mundo para un filme que había costado 8 millones.
En lo que respecta a la película en sí, se trata de una road-movie cuya mayor particularidad reside en los múltiples guiños a la saga galáctica (los mejores a costa de La amenaza fantasma) y en diversos cameos, unos muy buenos como el doblete de Seth Rogen y otros metidos con calzador como el que protagoniza Kevin Smith. Tiene momentos muy divertidos, caso del eterno enfrentamiento entre los frikis de Star Wars y los de Star Trek, pero en general tiene un desarrollo bastante convencional, con bastantes tópicos de las pelis de carretera y un desarrollo de los personajes simple y lineal. El cáncer de marras es lo que desencadena el viaje pero queda relegado a un segundo plano sin caer en la morbosidad ni en lo lacrimógeno, pues no olvidemos de que esto al fin y al cabo es una comedia de colegas para disfrutar con amigos, y si son frikis mejor.
Fanboys es una película que tiene una premisa más ingeniosa y divertida que su propia ejecución. El grupo de nerds protagonistas, entre los que se encuentran Jay Baruchel y Kristen Bell, es más simpático y entrañable que los de películas del estilo como Road Trip, pero el viaje que realizan se siente algo atropellado y por debajo de sus posibilidades. Sin embargo, como homenaje al frikismo, a Star Wars y sobre todo a la amistad, tiene un pase.
6/10
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