La sublevación de los difuntos

 
Creador: Frank Darabont
Int.: Andrew Lincoln, Jon Bernthal, Sarah Wayne Callies, Laurie Holden, Jeffrey DeMunn, Steven Yeun, Chandler Riggs, Norman Reedus, Emma Bell
Emisión: 2010 – Actualidad, AMC, FOX y La Sexta

¿A qué se deberá el resurgido interés por los muertos vivientes? Zombies o infectados, da igual como los llamen, el caso es que ahora más que nunca nos inquieta la idea de un mundo postapocalíptico plagado de personas que se se mueren por darnos un mordisco. La infección ya lleva un tiempo propagándose por el cine (Amanecer de los muertos, 28 días después, [REC]…) y por los videojuegos (Resident Evil, Dead Rising…) pero la televisión aún era territorio virgen. Hasta que llegó Frank Darabont y cogió una serie de comics titulada The Walking Dead y la adaptó para la pequeña pantalla.

 
Pese a que Darabont es un director  con una carrera cinematográfica más que notable, especializada en historias de Stephen King (Cadena perpetua, La milla verde y La niebla), la cadena norteamericana AMC no quiso arriesgar con una serie que exigía unos costes de producción tan altos y decidió encargar una primera temporada de 6 capítulos, con una promoción que no reparaba en gastos, eso sí. El resultado ya lo conocen: marcó un record de audiencia en la cadena que se ha repetido a lo largo de otros muchos países, caso de España, lo que le ha valido la renovación de temporada con incremento de episodios incorporado, 13 en total. La serie ha gustado mucho aunque los puristas del cómic no perdonen las licencias… Y eso que el creador de las historietas, Robert Kirkman, está muy satisfecho y es productor del programa.

¿Pero qué es lo que ha provocado que nos enganchemos tanto en tan poco tiempo? Pues para empezar, un episodio piloto de 67 minutos dirigido por el propio Frank Darabont que es una auténtica delicia. Al margen de los parecidos razonables con el comienzo de 28 días después, el capítulo, con un ritmo constante, ni muy rápido ni muy lento, nos regala momentos realmente terroríficos, como el despertar del protagonista en el hospital, y otros muy dramáticos que vienen de la mano de uno de los grandes aciertos de la serie, y el siguiente argumento que voy a darles el que más se repite en todas las reseñas que podrán leer sobre The Walking Dead: lo importante son los personajes y sus relaciones.

Sé que suena muy trillado pero es la pura verdad. Los que sólo quieran ver todo el rato zombies dándose un festín se quedarán decepcionados porque en efecto, la sangre y las vísceras salpican, pero sólo cuando la historia lo requiere. Hay episodios en los que ni siquiera vemos a nuestros putrefactos amigos. La serie se centra en un grupo de personajes variopinto cuyo máximo objetivo en la vida es el de sobrevivir un día más. Duermen con la incertidumbre de si seguirán con vida la noche siguiente y se enfrentan a situaciones límite como la de tener que asesinar a un familiar para salvar el pellejo. Se ha ahondado en estos dilemas en otras películas de la misma temática pero nunca en la dimensión tan trágica y espeluznante en la que lo hace The Walking Dead.

Como ya dije, el episodio piloto es genial y termina con un cliffhanger que te deja con ganas de más. El resto de la temporada no llega a las cotas que alcanzó el primer capítulo pero tampoco supone un gran bajón como he leído por ahí. La mezcla de drama con humor negro y terror, que sorprendentemente no radica en huecos golpes de efecto sino en la tensión sostenida de las situaciones, continúa en plena forma hasta el final de temporada. Dicho punto y seguido no es tan trepidante como prometía ser pero nos deja expectantes para la siguiente entrega, que no llegará hasta el próximo mes de Septiembre y que incorporará más tramas y personajes provenientes del comic. Para amenizar la espera, siempre pueden leer el material original, hacerse con un muñeco o estar pendientes del videojuego basado en la serie que saldrá próximamente al mercado. La maquinaria zombie no ha hecho más que comenzar…