¿De qué va?: En una pequeña localidad de Kansas viven Bud y Dennie, dos jóvenes enamorados que no consuman su amor porque las convenciones sociales estipulan que deben esperar al matrimonio. Pero antes de eso, Bud debe ir a estudiar a la universidad de Yale aunque lo que de verdad quiera sea tener un rancho y trabajar en el campo. Las circunstancias provocarán que Bud se aleje de Dennie y ésta entre en depresión.
Reputación: Otro aclamado melodrama de Elia Kazan, fácilmente reconocible por contener una escena clave en la que uno de los personajes centrales estalla y expresa todo su dolor a grito pelado. Para encarnar a la pareja protagonista el director contó con Warren Beatty en su primer papel principal en cine y con Natalie Wood, que obtuvo una nominación al Oscar por el que es para muchos el mejor papel de su carrera. La película sí que obtuvo la estatuilla al mejor guión original en detrimento de La dolce vita de Federico Fellini. Como curiosidad macabra, Natalie Wood falleció en 1981 con 43 años cuando cayó de noche al agua desde su yate The Splendor, al que había bautizado así por el éxito que le reportó el filme. Casualmente, en una escena de la película su personaje se intenta matar ahogándose en un lago.
Comentario: Esplendor en la hierba es un certero relato de cómo los tabúes sobre el sexo afectan a los jóvenes que lo padecen, del desconocimiento alentado por unos progenitores que con su incomunicación lo único que consiguen es que se repitan los mismos errores que ellos cometieron. Pero sobretodo es una historia que refleja el complicado paso de la inocencia a la madurez, por el que las ilusiones de juventud se pierden y las vidas cambian hasta llegar a un punto de no retorno. Una película que podría servir como un tortazo tanto para puritanos como para jóvenes ilusos.
Próximo visionado: Rashomon (1950)
1 comentario:
La verdad es que no he visto esta película, pero me gusta la visión que has dado de ella, me tiene buena pinta, y a pesar de los años que han pasado desde su estreno, esos temas que resaltas parecen seguir a la orden del día, no sólo en los puritanos EE UU, sino más cerca.
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