21 Black Jack: Uno de los argumentos que utilizábamos los que no nos enterábamos de las Matemáticas en el cole era que no servían para nada ya que para eso se inventó la calculadora. Pues si ya de por sí este razonamiento no se sostenía, ahora lo tira por tierra esta película basada en la historia real de unos pitagorines que se dedicaban a cortar cartas jugando al Black Jack en Las Vegas, con la inestimable ayuda de sus conocimientos matemáticos.
Afortunadamente para los que odiábamos la asignatura, las mates no son el epicentro de la película ni una fábula sobre las vondades de las mismas, sino un extra más. La película se centra en la experiencia vital de su protagonista, un Jim Sturgess que se reivindica como el actor revelación del año, en cómo cae en una vorágine de avaricia cuando descubre esa forma de pagarse la universidad (un acierto el que recuerden que la universidad está hecha casi en exclusiva para los ricos). Curiosamente, no hay moraleja sobre lo malo que es asaltar la banca, lo que resulta un poco extraño.
Aun a pesar de sus fallos (previsibilidad, momentos con poca credibilidad, abuso del estilo videoclipero...) 21 Black Jack entretiene y engancha como pocas, y cuenta con el aliciente de disfrutar de la presencia de Kevin Spacey que tan poco se prodiga últimamente. Pero eso sí, como todas las películas que van de juegos de cartas, no he conseguido enterarme de la mecánica del juego. Seré cortito, qué se le va a hacer.
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