24/9/08

Los recovecos del amor


Definitivamente, quizás, nos encontremos con la mejor comedia romántica del año. Claro que no existe mucha competencia, y es que en este género cada vez los clichés se estiran más que los chicles, ahí tenemos 27 vestidos como un claro ejemplo de ello. Pero por suerte, de vez en cuando cae una película que de verdad merece la pena, de las que de verdad deseas que el chico y la chica acaben felices y comiendo perdices, en vez de que se estallen contra una tienda de caramelos tan empalagosos como ellos mismos.

La historia comienza con la insistente curiosidad de Maya (Abigail Breslin) por saber cómo se conocieron sus padres, lo que hará que su progenitor (Ryan Reynolds) le cuenta las tres relaciones más importantes de su vida, a lo que ella tendrá que averiguar la identidad de su madre.


Este pretexto para contar la historia le otorga una estructura narrativa diferente al clásico "chico conoce a chica", le da algo de misterio y le aporta realismo. La película está impregnada de compromisos rotos, infidelidad, segundas oportunidades, relaciones frustradas, amores no correspondidos... En definitiva, de todas las bondades y maldades que acarrean las relaciones contemporáneas. Si tantos elementos podrían resultar atropellados, en Definitivamente, quizás se presentan con total naturalidad, saltando de una relación a otra con total coherencia y soltura.


En esta película no hay una sino tres chicas que ostentan el puesto del amor definitivo del protagonista, y todas parten en igualdad de condiciones. Para darles vida se ha recurrido a actrices de primera categoría, bellezones con talento que se hacen dueñas y señoras de la película. Es difícil quedarse con una, tanto Elizabeth Banks como Rachel Weisz e Isla Fisher resultan encantadoras, aunque si tendría que quedarme con alguna sería con esta última, pues su personaje es quien más simpatía me ha generado. Ryan Reynolds tiene más carisma de lo habitual y Abigail Breslin hace el típico papel de niña espabilada, pero sale poquito y su personaje es lo único que se puede considerar algo ñoño en la cinta.


El director Adam Brooks (The Invisible Circus) no descubre la pólvora de las comedias románticas, pero sí que aporta cambios respecto a la fórmula habitual, y lo que es más importante, no toma a los espectadores como tontos que se pueden tragar la misma historia una y otra vez sin rechistar. ¡Incluso tiene huevos como para incluir referencias políticas! ¿En qué comedia romántica se ha visto eso?

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1 comentario:

Aineric dijo...

Esta peli me la vi hace unos días porque un amigo me la recomendó y me gustó bastante, era muy original.

Saludos!