Dir.: Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Briggs, John Ripa
¿De qué va?: Tiempo atrás, en el mundo fantástico de Kumandra, humanos y dragones vivían juntos y en armonía. Pero cuando una fuerza malévola amenazó su tierra, los dragones se sacrificaron para salvar a la humanidad. Ahora, 500 años después, el mismo mal ha regresado y todo depende de que una solitaria guerrera, Raya, encuentre al legendario último dragón para reparar la tierra fracturada y su dividida población.
Reseña: Aunque las películas del Disney reciente y de Pixar sean bastante homogéneas, hay ciertas diferencias sutiles entre unas y otras, como la tendencia de esta última por hacer historias que van más dirigidas a los padres que al niño, o que los clásicos Disney sigan creándose a partir de la base narrativa de siempre, pero introduciendo algunas novedades adecuadas a los tiempos que corren, siendo una de los más significativas que ahora las princesas reniegan de su título y no necesitan un interés romántico para sentirse realizadas. Igualmente, los ingredientes principales suelen ser los mismos: un reino en peligro, conflicto con los padres, algún animalito o criatura como aliado de la heroína, una lección moral que aprender…. Disney acostumbra a lanzar clásicos competentes, y al final, que guste uno más que otro depende mucho de las simpatías que genere entre el público.
Raya y el último dragón es el primer clásico Disney que no es secuela desde Vaiana (2016), y si aquella era una historia que partía de la cultura y la mitología polinesia, esta está arraigada a la asiática. Con gran claridad expositiva, el film presenta el mundo en el que se desarrolla la acción, así como los acontecimientos que preceden a la aventura de la heroína a través de los diferentes reinos que conforman Kumandra, cada uno con una apariencia muy distintiva. Disney alcanza una nueva cota de excelencia técnica con una animación de apabullante belleza, colorida y rica en detalles; un espectáculo visual, acompañado de una estupenda partitura de James Newton Howard, que merece ser disfrutado en la pantalla más grande en la que se pueda ver.
Raya es una estupenda heroína y la galería de personajes son tan simpáticos y entrañables como cabría esperar de un clásico Disney. Ahora bien, la dinámica entre Raya y la dragona Sisu, principal en la trama, no la encuentro tan especial y conmovedora como la de Elsa y Anna, Ralph y Vanellope o Vaiana y Maui, ejemplos recientes cortados por el mismo patrón. Es una sensación de familiaridad que no despierta fervor y que se puede extender a toda la película, cuya única salida del canon Disney, el componente post-apocalíptico, parece prestado de otra franquicia de la casa, Marvel.
Lo que sí me parece bastante insólito es la relación entre Raya y su némesis, Namaari, y el importante papel que asume esta última tanto en el desenlace como en la moraleja del film, sobre lo importante que es la confianza y la unidad para poder solucionar los problemas del mundo. Probablemente nadie dejará de desconfiar de la gente tras terminar la película… pero la intención es lo que cuenta. En definitiva, Raya y el último dragón cumple con los estándares de la factoría Disney, destacando sobremanera en el apartado visual, pero su impronta asiática es lo único que parece genuino de un film igualmente notable, pero habrá que ver si el entusiasmo que genera será suficiente para que la película permanezca viva en el recuerdo.
7’5/10
1 comentario:
Si eres fan de Disney, coleccionar artículos y adquirirlos en tiendas friki en Canarias es un viaje mágico al mundo de los sueños, donde la diversión y la nostalgia se entrelazan.
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