O.C: El cazador (1978)

¿De qué va?: Tres amigos, que trabajan juntos como obreros en una fábrica de fundición de Pennsylvania, pasan en la boda de uno de ellos las últimos horas antes de despedirse para ir a luchar como voluntarios a la guerra de Vietnam, una guerra que cambiará a todos la vida para siempre.

Reputación: Segunda película de Michael Cimino, que tras debutar en la dirección con Un botín de 500.ooo dólares sacó adelante este filme que  se convirtió en un gran éxito comercial y de crítica, ganando 5 Oscar: película, director, actor de reparto (Christopher Walken), montaje y sonido, además de otras cuatro nominaciones a mejor actor protagonista (Robert De Niro), actriz de reparto (Meryl Streep), guión original y fotografía. Sin embargo, la suerte de Cimino cambió con su siguiente trabajo: La puerta del cielo fue un sonoro fracaso en taquilla (costó 25 millones de dólares y tan sólo recaudó 3’4), llevando a la  mítica productora United Artists a la ruina, siendo comprada al año siguiente por la Metro Goldwyn-Mayer. Poco después, Cimino fue contratado para dirigir Footlose, aunque fue despedido cuatro meses después de comenzar el rodaje por sus extravagantes demandas relativas a la construcción de decorados y a la producción en general. Desde entonces, Hollywood le ha dado la espalda al director y éste ha tenido que recurrir a financiación independiente para sacar adelante sus proyectos. Volviendo a El cazador, fue la última película en la que actuó John Cazale (El padrino), al que se le había diagnosticado cáncer y que ya se encontraba en fase terminal antes de rodar. La productora quería sustituirlo pero la intermediación de Meryl Streep, su pareja en aquel entonces, impidió que eso pasara. Cazale filmó sus escenas en primer lugar y murió poco después, antes de que la película se completara. Por su parte, De Niro siempre ha dicho que en esta película hizo la interpretación de su vida.

Comentario: El cazador es una mastodóntica película de tres horas que muestra las devastadoras secuelas que deja la guerra en un grupo de amigos, mostrándonos cómo eran antes de ir, lo que vivieron allí (brutal y fundamental secuencia de la ruleta rusa que también sirve como metáfora del mismo conflicto) y qué fue de ellos después. Que la película dure tanto beneficia al tratamiento de los personajes, porque se dispone de más tiempo para cuidar su evolución y reparar en los detalles, pero a la contra son tres horas no del todo justificadas y al acabar el visionado de la película  uno no sabe si sentirse orgulloso por haber visto una gran película o por el simple hecho de haberla terminado de un tirón. Aún así, como alegato en contra de la guerra es de los más certeros y de los menos panfletistas que he visto, como muestra su irónico desenlace.

Próximo visionado: Cowboy de medianoche (1969)