¿De qué va?: Cabiria es una prostituta que trabaja en unos de los barrios más pobres de Roma. Sueña con el día en el que encuentre al amor verdadero que la saque de las calles y la haga feliz. Sin embargo, su ingenuidad y bondad la convierten en víctima de sucesivos vividores que se aprovechan de su ilusión, pero Cabiria jamás pierde la esperanza.
Reputación: Tres años antes de crear una de sus obras más reconocidas mundialmente, La Dolce Vita, Federico Fellini dirigió Las noches de Cabiria (Le notti di Cabiria), considerada la última película de su período neorrealista y en la que aborda la desgraciada vida de una prostituta encarnada por la esposa del realizador, Giulietta Masina. El nombre de la protagonista alude a un filme italiano del año 1914 titulado Cabiria, mientras que el propio personaje ya había aparecido brevemente interpretado por la misma actriz en una anterior película de Fellini, El jeque blanco. El filme fue un gran éxito tanto en el terreno económico como en el artístico, recogiendo entre otros premios el Oscar a la mejor película de habla no inglesa o la Palma de Oro del Festival de Cannes a la mejor actriz.
Comentario: Las noches de Cabiria deja a Pretty Woman como un cuento de hadas para niñas… que lo es (como ya dijeron en Shrek 2), pero aun sabiendo que las comparaciones son odiosas, y más en este caso, las protagonistas de ambas historias tienen varias cosas en común: son prostitutas, viven en la marginalidad de grandes ciudades y sueñan con el día en el que llegará su príncipe azul a rescatarlas… con resultados muy diferentes. La clave de que lleguemos a simpatizar tanto con Caribia reside en la interpretación de la actriz, pues conjuga a la perfección la candidez con el patetismo y la fragilidad con la acritud que caracterizan al personaje. Fellini se esmera para que todo lo que la rodea resulte perfecto (fotografía, banda sonora, secundarios…) pero la magia de la película reside plenamente en la menuda Giuletta Masina y gracias a ella nos emocionamos con ese agridulce y emotivo final.
* Un detalle ‘off-topic’: Descubrí Las noches de Cabiria gracias a un diálogo de Gossip Girl en el que mencionan que Blair Waldorf llora cada vez que ve esta película. Para que luego hablen de la banalidad de las series de adolescentes…
Próximo visionado: West Side Story (1961)
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