¿Quién teme a los Vigilantes?

Los superhéroes en el cine siempre han estado asociados con individuos superpoderosos que calzan mallas y tienen una convicción inquebrantable sobre lo que es bueno y justo que les arrastra a una serie de épicas batallas contra el mal. No fue hasta la llegada del Batman de Nolan que se empezó a ver a estos héroes en la gran pantalla como personajes con claroscuros que además de luchar contra los villanos de turno deben lidiar con demonios internos que les atormentan con dudas sobre el bien y el mal (Peter Parker poniéndose chulito en Spiderman 3 no cuenta). 

Dentro de este nuevo afán por los superhéroes atormentados llega Watchmen, considerada la mejor novela gráfica de todos los tiempos, salta a la gran pantalla tras un largo y arduo camino que obviaremos para no irnos mucho por las ramas. La película no resultó ser el pelotazo que se esperaba, claro que la vendieron como una película de acción cuando se trata de una de ciencia ficción, dos géneros diferentes que no siempre van de la mano.

 
Quien haya leído primero la novela gráfica reconocerá secuencia por secuencia los capítulos que la componen, pues el “visionario” Zack Snyder ha repetido la fórmula que le valió el éxito en 300, trasladar la acción de la viñeta al fotograma sin apenas hacer retoques. Tan sólo los títulos de créditos del comienzo, en los que se va ilustrando la época en la que está ambientada la película, sirven como única pieza original de la cinta junto con un tercer acto algo retocado y tan frío como el páramo en el que se ambienta.

Casi todas las tramas secundarias que enriquecen la novela gráfica han sido recortadas, es inevitable o estaríamos hablando de una película de 4 horas (eso se deja para el Director’s Cut), aunque la multiplicidad de puntos de vista se ha perdido favoreciendo la omnipresencia de los protagonistas, héroes en decadencia que no encuentran su lugar en un mundo que ni ellos son capaces de arreglar con sus drásticos métodos.

 
En el reparto destacan Jackie Earle Haley y Billy Crudup dando vida respectivamente a Rorschach y al Dr. Manhattan, curiosamente dos interpretaciones que se sustentan un 98% en la voz, por lo que la versión original se hace más imprescindible si cabe. Patrick Wilson, Jeffrey Dean Morgan y Malin Akerman realizan trabajos muy decentes, sobretodo el primero, sin embargo, no me acaba de convencer Matthew Goode como Ozimandias, demasiado hierático a mi modo de ver.

Zack Snyder ha realizado una muy digna y respetuosa adaptación fílmica de Watchmen. “¿Para qué cambiar lo que ya funciona?”, habrá pensado. Aunque habría que darle un pequeño tirón de orejas por esa afición que le ha dado de abusar de la cámara lenta en las secuencias de acción.

 
Sin duda los que más disfrutarán de la película son los fans de la novela gráfica, imprescindible si te ha gustado el filme y te has quedado con ganas de profundizar en la historia, puesto que la película pasa casi de puntillas por muchos de los temas que aborda, no así por la oscura psicología de los personajes, pues sus inseguridades, conflictos personales y dramas varios se han mantenido íntegros. Pero si lo que buscas es una peli de explosiones, tiroteos, personajes huecos y tramas vacías creo que Transformers 2 será más de tu agrado.

**** (8)