El amor y la familia a la europea

Ex se promocionó con el claro objetivo de repetir el éxito que obtuvo Manuale d’amore tanto dentro como fuera de las fronteras italianas. Al igual que aquella, se trata de una comedia romántica coral que sigue una variedad de historias de amor independientes que están conectadas por lazos familiares, amistosos o simplemente por azar, solo que esta vez todas giran en torno a la figura de la ex-pareja en sus diversas encarnaciones: el ex omnipresente, el ausente, el obsesivo, el conflictivo…

 
Ex es una agradable comedia romántica que se ve de un tirón; no cala hondo pero tampoco lo pretende. Funciona mejor cuando se pone divertida y desenfadada que cuando intenta adoptar un tono serio y dramático, cargando demasiado las tintas con canciones melosas. Todas las historias se siguen más o menos con el mismo interés y el reparto es eficiente en su cometido. Película que nos recuerda que por mucho que queramos olvidarnos de nuestras ex-parejas, éstas han formado parte de nuestras vidas y, por fortuna o por desgracia, puede que acaben regresando a ellas.

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A pesar de tener uno de esos títulos que captan rápidamente nuestra atención, El primer día del resto de tu vida es una película que no habría visto en la vida de no ser por los buenos comentarios vertidos por compañeros bloggeros y críticos en general. En ocasiones como ésta vale la pena confiar en las recomendaciones que te hacen los demás por muy indiferente que sea tu actitud respecto a la película en cuestión.

 
La película es una tragicomedia que se estructura en cinco actos distanciados en el tiempo, cada uno centrado en un miembro de una familia francesa de clase media en un punto de inflexión vital. Durante el prólogo asistimos a los buenos momentos del clan cuando los hijos son pequeños y todo parece fácil, pero la película arranca con la emancipación del hijo mayor y es a partir de entonces cuando los conflictos terminan por asomarse: desconfianza madre-hija, rencores fraternos, monotonía conyugal, miedo a envejecer… Nada que no haya sufrido una familia normal y corriente, con pequeñas dosis de alienación para animar un poco el cotarro.

 
Amenizada con un notable repertorio de canciones y con un cierto aire a American Beauty en galo, la película avanza gracias a sus actores, que consiguen que se note el paso del tiempo en sus personajes, tanto física como psicológicamente. Aunque sus progresiones se vean venir de lejos, funciona porque el filme deja un poso agridulce sobre el papel que ejerce la familia en nuestras vidas, y porque nos hace recordar que las viejas rencillas quedarán olvidadas frente a los acontecimientos que nos superen. Tal y como la vida misma nos ha enseñado.

***1/2