27/7/15

El poder es poder

House of Cards

Creador: Beau Willimon
Int.: Kevin Spacey, Robin Wright, Michael Kelly, Kate Mara, Mahershala Ali, Molly Parker, Derek Cecil, Rachel Brosnahan, Corey Stoll
Emisión: 2013 – Actualidad, Netflix
3 temporadas

Hace dos años que Netflix revolucionó el panorama televisivo mundial, pasando de ser una plataforma de visionado online a productora de contenido propio. También causó revuelo su estrategia de mercado, dejando a disposición del usuario la temporada completa, conocedores de que ahora es más tendencia el binge-watching (esto es, pegarse una atracón de capítulos, uno detrás de otro) que el tradicional visionado televisivo de un episodio por semana. Y todo ello empezó con una serie cuyo éxito ocasionaría la producción de nuevas series bajo el sello de Netflix y las envidias de la competencia, como Amazon, que también acabaría sumándose al carro. Esa serie es House of Cards.

House of Cards4

Remake de una miniserie británica del año 1990 que a su vez se basaba en una novela de Michael Dobbs, House of Cards gira en torno a Frank Underwood, un congresista del partido demócrata que utiliza todas las armas a su alcance para acabar con sus rivales políticos y conseguir así alcanzar posiciones de poder más acordes a su desmedida ambición. Su primer objetivo es ocupar la Secretaría del Estado, pero él quiere más, mucho más. El juego de mentiras, traiciones, manipulaciones y artimañas que realiza Underwood con la ayuda de su jefe de personal, Doug Stamper, y con la complicidad de su esposa, Claire, no dista demasiado de las que ocurrían en las esferas de poder de la Roma Antigua o de la Edad Media. La principal diferencia es que aquí las puñaladas por la espalda se realizan vistiendo un impoluto traje, y que la sangre rara vez salpica. El sueño americano jamás había sido tan atrozmente aplicado ni había lucido tan bien.

House of Cards7

El sistema político americano es tan complejo y diferente al nuestro que es fácil perderse cuando Underwood pone en marcha algunas de sus maquinaciones. El método de lanzar cada temporada de forma completa también influye en la concepción de los episodios, ya que están diseñados en buena parte para verse del tirón, y no siempre empiezan recordándote lo que ha pasado previamente ni terminan con un final propiamente dicho. Pero a pesar de la confusión que puede despertar su enrevesada trama, resulta más complicado aún no dejarse fascinar por una serie que es clase y distinción en estado puro, a pesar de toda la corrupción y maldad humana de la que estamos siendo testigos directos y partícipes, a través de las ocasiones en las que su protagonista habla directamente a cámara, rompiendo la cuarta pared y confesando a los espectadores lo que jamás sería capaz de decir en la vida real; un recurso del que se abusa mucho en los primeros episodios y que es prácticamente abandonado en la tercera temporada.

House of Cards5

Tan sorprendente fue que David Fincher se encargara de la dirección de los dos primeros episodios de la serie (manteniéndose ligado a posteriori como productor ejecutivo) como el fichaje de Kevin Spacey ejerciendo de protagonista, teniendo en cuenta sus cada vez más esporádicas apariciones en el cine. El actor resulta tan convincente dando vida a la amoralidad y la vileza personificadas que su encarnación está a la altura de sus personajes más emblemáticos, como el Lester Burnham de American Beauty. Sin embargo, Spacey tiene a su mayor enemigo como co-protagonista: Robin Wright, su esposa en la ficción. Claire Underwood ha pasado de ser una cómplice de su marido que se limita a mirar para otro lado a ejercer una importancia capital en la carrera política del mismo, desvelándose paulatinamente el enigma que envuelve la naturaleza de su matrimonio y sus motivaciones personales. La tercera temporada, que en cierta parte ha cambiado la dinámica de la serie, ha destacado principalmente por incrementar la importancia de Claire en las tramas, lo cual no sólo ha servido para que disfrutemos de una mayor presencia en pantalla de Wright (que también ha dirigido algunos episodios), sino para que la actriz pueda realizar una master class de elegancia y talento interpretativo. Claire ha gozado de una gran evolución convirtiéndose en el foco de atención, y la serie se ha beneficiado mucho de ello.

Robin Wright in season 2 of Netflix's "House of Cards." Photo credit: Nathaniel Bell for Netflix.

No obstante, House of Cards cuenta también con un buen puñado de personajes secundarios que refuerzan el enganche a la misma, como Doug (Michael Kelly), la leal mano derecha y ejecutora de Underwood, Jackie Sharp (Molly Parker, incomprensible ausencia en los Emmy este año), una congresista que no se dejará instrumentalizar tan fácil como nuestro querido villano tenía planeado, o Zoe Barnes (Kate Mara), una inexperta periodista que Frank manipula para extender su control en los medios de comunicación. Mejor no cogerle especial cariño a ninguno, puesto que los personajes pueden desaparecer repentinamente de la historia, sobre todo porque Underwood tiene una gran facilidad para deshacerse de ellos cuando dejan de serles útiles o ponen en peligro su estatus.

House of Cards6

Aunque el realismo de House of Cards esté cada vez más en entredicho, lo cierto es que en tres temporadas ha construido un universo propio en el que todo puede pasar, y nos lo creemos a pie juntillas de la misma forma que disfrutamos cuando el protagonista se sale con la suya por los pelos y flipamos con sus escenas de sexo, retorcidas y siempre basadas en una dinámica de dominación y sumisión que sintetizan las relaciones de poder entre los personajes. En cualquier caso, el significante sigue siendo el mismo y es verazmente aterrador: el sistema está podrido, eso ya lo sabemos, pero de lo que no tenemos ni idea es de quiénes son los que toman las decisiones que afectan al mundo entero, ni las circunstancias en las que las toman, ni lo que ocurre en sus despachos a puerta cerrada. Estamos jodidos.

No hay comentarios: